Creo... | Azucena A.  Fraboschi Agotado
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Azucena A. Fraboschi
Creo...
Meditando sobre fe e Iglesia con Santa Hildegarda de Bingen
MIÑO Y DÁVILA EDITORES Páginas: 224
Precio: 786.97
Disponible en 7 dias
Estado: Nuevo
Peso: 0.332 kgs.
ISBN: A9788415295600

Éste es un libro para un pensar...

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Creo... | Azucena A. Fraboschi
Azucena A. Fraboschi
Creo...
Meditando sobre fe e Iglesia con Santa Hildegarda de Bingen
MIÑO Y DÁVILA EDITORES Páginas: 224
Precio: 786.97
Disponible en 7 dias
Estado: Nuevo
Peso: 0.332 kgs.
ISBN: A9788415295600

Éste es un libro para un pensar orante y un orar pensante según la enseñanza de Hildegarda. Está estructurado en dos partes íntimamente unidas, la primera: Creo, con dieciséis capítulos que abordan los artículos de la profesión de fe; y la segunda: La Iglesia, el ámbito de la fe, con cuatro, en los que se presentan sus múltiples aspectos: Esposa, Madre y Maestra, divina y humana, que realiza y celebra el amor. La introducción precisa algunos elementos indispensables para su lectura: el contexto de la doctora de la Iglesia, su biografía y sus escritos.Con motivo del Año de la Fe (octubre de 2012 a noviembre de 2013) proclamado por Benedicto XVI, este libro ofrece distintos textos y oraciones extraídos de las obras de santa Hildegarda de Bingen, textos a los que en su Primera Parte pone en relación con los artículos de fe expuestos en el Credo; en la Segunda Parte y como el verdadero ámbito de esa fe proclamada, presenta a la Iglesia en sus múltiples aspectos de Esposa, Madre y Maestra, divina y humana, santa y pecadora, cuyos frutos son las obras del amor y su destino la vida bienaventurada en el seno de la Santísima Trinidad. Los textos aparecen comentados con breves reflexiones, con un tono a veces coloquial, cuyo propósito es facilitar el encuentro entre lo presentado y la realidad viva y personal de cada uno de los lectores. De allí que no sea conveniente una lectura de corrido, sino aquella otra que sabe de pausas, de idas y vueltas, del pensamiento que hace su lento recorrido hacia el corazón..., porque aquí santa Hildegarda de Bingen no viene a nosotros para instruirnos como Doctora de la Iglesia que es, sino como la abadesa que nos invita a rezar, a hacer de nuestra vida la oración de un amoroso encuentro entre Dios y el hombre, nosotros.